La Leyenda Oculta del Castillo de Cullera (Valencia)

La leyenda cuenta el hecho de que el rey no pudo conquistarla en 1235 por la fuerza debido a que no encontró piedras redondas para emplearlas en sus fundíbulos y otras máquinas de guerra. Añade que fuerzas mágicas y misteriosas escondieron las piedras útiles en lugares recónditos por lo que el rey se vio forzado a levantar el asedio y, únicamente mediante un pacto celestial consiguió ocupar la ciudad en 1239. Una leyenda y un pacto celestial que se acentúa con la presencia del ángel con las alas extendidas a modo de protección que lleva en la cimera el escudo de la ciudad.

                                                    CASTILLO DE CULLERA AYER 



                                                      CASTILLO DE CULLERA HOY

La base de la leyenda estaría en función del fracaso del monarca de conquistar la ciudad durante el asedio de 1235. Cullera y las alquerías de su término, ante el ataque, buscaron protección en la zona próxima al castillo. Jaime I utilizaría las catapultas, pero los proyectiles no podrían alcanzar la altura conveniente ni cubrir toda la superficie, protegida por dos cinturones defensivos. La misma Crónica del rey narra la razón del fracaso: no había piedras para ser lanzadas por las máquinas de guerra. Pero Jaime I tenía que ser consciente de las dificultades y también de que estas serían mayores cuando intentara el ascenso de las catapultas y de los proyectiles adecuados, por lo que la empresa estaba condenada al fracaso dada las dificultades del terreno, pero todavía más por la necesidad de tiempo, hombres y alimentos de los cuales no disponía en ese momento. Ni el rey ni su Crónica podrían aceptar el fracaso y, quizás por ello, la explicación se zanjó únicamente con la falta de piedras. De ahí la leyenda.

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