Según parece estas construcciones, enclavadas en lugares estratégicos y por ende debían de ser elevados y generalmente aislados, donde los cuáles tenían por misión la de proteger y resguardar a sus habitantes.
CASTILLO DE LA CASA BUTRÓN DE VIZCAYA EN EL NORTE DE ESPAÑA
EL CASTILLO DE NEUSCHWANSTEIN, MARAVILLA EN LA QUE SE INSPIRÓ WALT DISNEY, PARA CREAR SU CASTILLO DE DISNEY.
Por este motivo podían convertirse en símbolo de protección y fortaleza (alguna representación judía muestra a Yahvé como Castillo que protege a los suyos), pero, en general, el sentido que más ha proliferado en mitos, cuentos y leyendas es el que comparte con la isla, el jardín o la torre. Estamos refiriéndonos a las más populares sedes de tesoros o demonios, lugares siempre distantes y de difícil acceso. En esas ocasiones el Castillo es tanto símbolo de la dificultad de alcanzar un objetivo como alusión de aquello que en él se guardaba o se guarda depende casos.
CASTILLO REAL DE CHAMBORD
EN LOS PAÍSES DEL LOIRA EN FRANCIA
De esta manera encontramos tanto Castillos del tesoro, como temidas moradas de monstruos, Castillos encantados, etc. Muy comúnmente, estas nociones suelen recalcarse a través del color de la construcción (blanca o negra, para no complicar mucho). Como se puede ver en muchos otros símbolos, se pueden establecer claros paralelismos entre las dificultades, premios y amenazas de la fortaleza con todo aquello que se encuentra en las profundidades de nuestro ser.
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